En medio del desierto de Ica, al sur del departamento de Lima, se encuentra la pampa de San José, a un lado de la carretera Panamericana Sur. Ahí se levantó uno de los más enigmáticos vestigios de la humanidad: las Líneas de Nasca, un grupo de geoglifos que representan animales, objetos y plantas que llegan a medir hasta 300 metros de longitud y ocupar una superficie de 1000 metros cuadrados.
Desde la tierra no podrán apreciar su verdadera magnitud, así que es necesario subir al mirador para ver algo o, mejor aún, tomar un vuelo que cubre hasta 15 de las clásicas figuras, entre las que están la ballena, el compás, los trapezoides, el astronauta, el mono, el perro, el colibrí, la araña y el cóndor. Hay cinco opciones de recorrido: algunas abarcan 13, y otras, 15 figuras. También se ofrecen las que incluyen paseos a las ciudades de Pisco e Ica; todas vía Aerodiana (wwww.aerodiana.com.pe). Solo así podrán admirar la inmensidad, la perfección, el genio y la habilidad de esta cultura. La mejor hora para hacerlo es a media mañana o a media tarde.
Durante los años setenta, LimaTours brindó apoyo al trabajo de María Reiche, la primera investigadora y protectora de las Líneas de Nasca. Desde entonces, llevamos más visitantes que otras empresas peruanas de turismo a conocer este lugar único, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Ticket aéreo e impuestos del aeródromo.