El Titicaca, en la región altiplánica de Puno, es el lago navegable más alto del mundo. Con sus 3812 m.s.n.m. (altura promedio) y 8562 kilómetros cuadrados de extensión, surcarlo es una aventura inigualable. Hay zonas en las que parece que estuviésemos en altamar y en donde incluso se forman pequeñas olas que alimentan la sensación. Allí, en una de sus islas, Amantaní, se ubica un lodge que ofrece una experiencia que linda con lo irreal.
Amantica Lodge ofrece hospedaje en suites confortables, amplias, con vista al lago —con ventanales de piso a techo y de pared a pared—, así como una gastronomía que explora la riqueza de la zona y utiliza insumos locales para crear un menú degustación acompañado de grandes variedades tanto de vinos como de espumantes. A la par, hay actividades que incluyen prácticas ancestrales, milenarias y sagradas de origen inca, como la lectura de hojas de coca realizada por un chamán y ceremonias dedicadas a la Pachamama; asimismo, observación de las constelaciones con un experto en astronomía, pesca y degustación, clases de cocina, caminatas, trekking y hasta paseos en káyak.
Tom Gimbert, arquitecto francés, llegó al Perú con el fin de desarrollar obras arquitectónicas basadas en la sostenibilidad. Entre sus proyectos se encuentran el Ecolodge en Máncora y el Amantica Lodge, ambos con estilo propio y con el apoyo de la comunidad local. LimaTours y Tom Gimbert se han asociado para crear juntos obras similares en distintas partes del Perú.
Transporte, alojamiento, alimentación y actividades.