Los incas consumían una singular sal rosada que es única en el mundo. Hasta el día de hoy, esta se sigue extrayendo de las minas de sal del pueblo de Maras, un lugar encantador en el Valle Sagrado a 3,360m.s.n.m. el cual se puede descubrir mediante una agradable caminata por un escenario surreal.
Transporte, guía y entradas.